
La primera etapa, y la más crítica, es la **Planificación y Diseño Estratégico**. Esto implica no solo definir la estética, sino la funcionalidad: ¿será un espacio semi-cubierto o cerrado, con cocina integrada, baño, o piscina anexa? La orientación respecto al sol y los vientos predominantes, crucial en un país con tanta diversidad climática como Argentina, dictará la eficiencia energética y el confort. Las regulaciones municipales, que varían drásticamente de un partido a otro, son un punto no negociable; ignorarlas puede llevar a costosas demoliciones o multas. Desde la perspectiva técnica, la interacción con un arquitecto y un ingeniero estructural es indispensable para calcular cargas, definir cimentaciones –ya sea una platea de hormigón armado o pilotes, dependiendo del estudio de suelo– y dimensionar la estructura principal, que puede variar desde mampostería tradicional hasta entramados de acero o madera laminada, cada uno con sus propias ventajas y desafíos de ejecución y costo. Proyectamos que para finales de 2025, la integración de sistemas de domótica básica, como iluminación y sonido controlados, será una demanda estándar en quinchos de gama media-alta, sumando complejidad al diseño inicial.
En lo referente a los **cerramientos**, la tendencia apunta a la eficiencia energética. Los perfiles de aluminio con Doble Vidriado Hermético (DVH) son la norma en quinchos cerrados, ofreciendo aislamiento térmico y acústico superiores. La elección de cubiertas es igualmente vital: chapas metálicas con aislamiento termoacústico, tejas cerámicas o losas de hormigón, cada una con sus ventajas de costo, mantenimiento y estética. En un contexto nacional de fluctuación de costos, priorizar proveedores locales y materiales de fabricación nacional no solo mitiga riesgos económicos, sino que también garantiza la disponibilidad de repuestos y soporte técnico. Las proyecciones a corto plazo indican un incremento en la demanda de soluciones constructivas que minimicen el impacto ambiental y optimicen el uso de recursos, empujando a los profesionales y propietarios a una elección más consciente y técnica en cada componente del quincho, consolidándolo como un bastión de la identidad argentina pero elevado a los estándares de la ingeniería moderna.