Tramas Legales y el Ladrillo Argentino: Un Siglo de Flujos y Reflujos
Históricamente, el derecho de propiedad en Argentina ha sido un pilar constitucional, pero su ejercicio ha estado permanentemente moldeado por intervenciones estatales, regulaciones cambiantes y, sobre todo, por la inestabilidad macroeconómica. Si bien la Ley 3.400 (Código Civil de Vélez Sarsfield) sentó bases robustas para la propiedad y los contratos, el siglo XX y el incipiente XXI trajeron consigo modificaciones sustanciales. Desde las sucesivas leyes de alquileres, que buscaron equilibrar la protección del inquilino con los derechos del propietario, hasta la dolarización informal de las transacciones, la dinámica del mercado ha sido un reflejo directo de la seguridad jurídica percibida y real. La unificación de los códigos Civil y Comercial en 2015 representó un hito, buscando modernizar y simplificar ciertas instituciones, como la figura del fideicomiso inmobiliario, que ha ganado terreno como vehículo de inversión y desarrollo, ofreciendo una estructura de financiamiento y gestión adaptada a las particularidades locales y a la necesidad de resguardar el capital en un entorno inflacionario.
La normativa vigente sobre alquileres, que sufrió diversas modificaciones y derogaciones parciales en los últimos años, sigue siendo un factor determinante. La persistente escasez de oferta en segmentos clave, impulsada por la desconfianza de los propietarios y la dificultad para ajustar los cánones de manera previsible, ha mantenido una presión alcista sobre los precios. Estudios recientes del sector indican que la rentabilidad bruta de un inmueble en CABA para alquiler se sitúa actualmente en torno al 2.5% anual en dólares, un valor que, si bien supera ligeramente el 2% de 2023, sigue siendo bajo y poco atractivo para inversores en comparación con otros mercados regionales. La disponibilidad de créditos hipotecarios, históricamente esquiva en Argentina, muestra una tibia reaparición, con algunas entidades bancarias ofreciendo líneas UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) bajo condiciones más restrictivas y con una participación minoritaria en el volumen total de transacciones. Esta limitada capacidad de acceso a financiamiento de largo plazo continúa marginando a una vasta porción de la población del sueño de la casa propia, consolidando un mercado fuertemente enfocado en la inversión de capital propio o el desarrollo de proyectos con preventas. La interconexión entre las variables económicas, las decisiones políticas y la estabilidad de las normas jurídicas continúa siendo el eje que define el presente y el futuro del ladrillo argentino, un desafío constante para arquitectos, desarrolladores y la sociedad en su conjunto.
Noticias relacionadas
AR
CL
UY













