
**Griferías: de la función al detalle escultural:** El monocomando cromo pulido sigue siendo funcional, sí, pero los proyectos que buscan ese ‘wow’ factor están optando por acabados en negro mate y níquel cepillado. Las griferías empotradas en pared, con sus líneas puras y su capacidad de liberar espacio en la encimera, se consolidan. Lo sorprendente es la incipiente demanda por griferías con sensores de movimiento o control digital de temperatura, aunque su adopción masiva aún enfrenta barreras de costo e infraestructura en algunos segmentos. Para el profesional, esto implica estar al tanto de nuevas técnicas de instalación y mantenimiento.
**Superficies: la textura como protagonista:** Adiós a las paredes y pisos planos. Los porcelanatos de gran formato, que emulan hormigón, piedra natural o maderas exóticas, son la base. Sin embargo, el microcemento continúa su ascenso imparable por su capacidad de crear espacios continuos y envolventes, ideal para duchas y revestimientos integrados. Lo inesperado es la revalorización de las texturas táctiles: superficies rugosas, con relieves sutiles, que invitan al contacto. La paleta de colores se ancla en neutros cálidos y grises, pero incorpora toques audaces de verdes botánicos o azules profundos, utilizados estratégicamente para crear atmósferas envolventes. Para los arquitectos y constructores, dominar la aplicación de estos materiales y entender sus particularidades es clave para ofrecer soluciones que no solo sean bellas, sino también perdurables y de bajo mantenimiento, pilares fundamentales en la propuesta de valor del sector.