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Domingo, 9 de noviembre 2025
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Mampostería vs. Madera: La Decisión Estructural en el Mercado Argentino

|Interés General
Un análisis técnico y económico comparativo de dos sistemas constructivos dominantes, con proyecciones sobre su relevancia y viabilidad en el paisaje edificatorio nacional hasta 2035.
Mampostería vs. Madera: La Decisión Estructural en el Mercado Argentino
La elección del material estructural primario para una vivienda, más allá de la estética inicial, configura una matriz compleja de variables que determinarán su performance a lo largo de décadas. En el dinámico sector de la construcción argentina, esta disyuntiva se centra tradicionalmente entre la robustez de la mampostería y la eficiencia creciente de la construcción con madera. Aunque la hegemonía del ladrillo se ha mantenido incuestionable por generaciones, el avance de las tecnologías, la búsqueda de mayor eficiencia energética y los imperativos de velocidad en la ejecución de proyectos, han posicionado a la madera como un competidor cada vez más relevante. Para constructores, desarrolladores e inversores, comprender las implicaciones técnicas, económicas y operativas de cada sistema es fundamental para tomar decisiones informadas en un mercado en constante evolución.
Mampostería vs. Madera: La Decisión Estructural en el Mercado Argentino
Desde una perspectiva industrial y con proyecciones a largo plazo, la comparación entre la construcción de mampostería tradicional y los sistemas industrializados de madera revela contrastes significativos.

**1. Desempeño Térmico y Ahorro Operacional:**
La madera, con una conductividad térmica intrínsecamente menor que el ladrillo y el hormigón, ofrece una ventaja inherente en el aislamiento. Esto se traduce en una menor demanda de energía para climatización (calefacción y refrigeración) a lo largo de la vida útil de la edificación. Mientras que una casa de ladrillo requiere una inversión adicional y un diseño meticuloso en aislación térmica complementaria para alcanzar estándares de alta eficiencia (como los exigidos por normativas progresivas en ciertas jurisdicciones argentinas), los muros de madera suelen integrar mejor el aislamiento, reduciendo la huella de carbono operativa y los costos energéticos mensuales para el usuario final. Proyectamos que hacia 2035, el ahorro energético será un factor determinante en la valoración de mercado de las propiedades, favoreciendo a las construcciones con menor huella energética operativa.

**2. Rapidez de Ejecución y Gestión de Proyecto:**
La construcción con madera, particularmente a través de sistemas industrializados como el entramado ligero (wood frame) o la madera contralaminada (CLT), permite una reducción drástica en los tiempos de obra. La prefabricación de componentes en taller minimiza la dependencia de las condiciones climáticas y optimiza el uso de la mano de obra, agilizando el montaje en sitio. Esto contrasta con los métodos de mampostería, que son procesos más húmedos, de mayor duración y más susceptibles a interrupciones por factores meteorológicos. Esta eficiencia temporal no solo reduce los costos indirectos de obra, sino que también acelera el retorno de la inversión para desarrolladores, un aspecto crítico en el contexto de proyectos de vivienda a gran escala en Argentina.

**3. Durabilidad y Requerimientos de Mantenimiento:**
Históricamente, la percepción de la durabilidad ha favorecido al ladrillo, asociado a la ‘construcción para toda la vida’. Si bien una casa de mampostería bien construida y mantenida tiene una vida útil muy prolongada con bajo mantenimiento estructural, es susceptible a problemas de humedad si no se gestionan adecuadamente las barreras hidrófugas. Las estructuras de madera modernas, sin embargo, con tratamientos fungicidas e insecticidas avanzados y un diseño arquitectónico que contempla la protección contra la intemperie (aleros, revestimientos adecuados), pueden alcanzar durabilidades equiparables, superando mitos sobre su vulnerabilidad. El mantenimiento en madera puede implicar revisiones periódicas de revestimientos exteriores o tratamientos, pero los costos operativos a largo plazo se ven compensados por los ahorros energéticos y la flexibilidad ante eventuales reformas.

**4. Resistencia Estructural y Sísmica:**
Ambos sistemas pueden diseñarse para cumplir con las más exigentes normativas estructurales. Sin embargo, en zonas sísmicas, la ligereza y flexibilidad inherente de la madera le otorgan una ventaja en el comportamiento dinámico. Las estructuras de madera disipan mejor la energía sísmica, reduciendo el riesgo de colapso y daños estructurales severos. La mampostería requiere un refuerzo más intensivo y un diseño estructural más rígido para lograr un nivel de resistencia similar. La normativa CIRSOC en Argentina contempla ambos sistemas, pero la evolución en la comprensión del comportamiento de la madera ante eventos extremos continúa mejorando sus especificaciones.

**5. Costos y Acceso al Financiamiento en Argentina:**
El costo inicial de construcción puede ser comparable, o incluso menor en el caso de la madera si se consideran sistemas prefabricados y la reducción de tiempos de obra. Sin embargo, la cadena de valor de la mampostería está más consolidada en Argentina, lo que se traduce en una mayor disponibilidad de mano de obra y materiales. El financiamiento bancario para viviendas de madera ha mejorado sustancialmente, pero aún existe un sesgo hacia la construcción tradicional, aunque esta brecha se estrecha a medida que más bancos y aseguradoras reconocen la estandarización y certificación de la madera. Proyectamos una mayor integración de líneas de crédito específicas para sistemas de construcción eficientes y rápidos, lo que potenciará la madera en el mercado de la vivienda media y social en la región pampeana y del Litoral, tradicionalmente dominada por la mampostería. La demanda de soluciones habitacionales eficientes y de rápida ejecución, sumada al incremento en la disponibilidad de madera certificada del NEA, sugiere un crecimiento sostenido de este sistema constructivo en la próxima década.

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